El director general de Estrada & Partners Madrid, Claudio Losa, reflexiona sobre el futuro de la inmologística en tiempos del Covid-19 y analiza cómo será la recuperación del sector ante la emergencia del “nuevo consumo” que ya se vislumbra tras la crisis.
Por Claudio Losa, director general de Estrada & Partners Madrid
Ante todo, se hace necesario rendir un sentido homenaje a todos nuestros clientes, que han seguido provisionando de mercancías a nuestro país, a los miembros de las fuerzas de seguridad del estado, a los equipos de profesionales sanitarios y muy especialmente a los fallecidos y sus familiares.
¿Sobre nuestro mercado? se hace difícil elaborar predicciones sobre el sector inmobiliario industrial y sobre cualquier otro sector ante el dramático acontecimiento que estamos viviendo.
Nosotros, después de más de 25 años de profesión y desde una pequeña colina que nos permite ver con cierta objetividad los acontecimientos del sector logístico, mantenemos el optimismo frente a la situación tan compleja que se nos presenta. Ser optimista ante esta situación no es fácil, pero somos conscientes de que existen y se conocen bien las herramientas de activación de la economía. Si no las utilizamos es porque no hemos aprendido nada, una vez más.
Justo antes del 13-M, nos encontrábamos en pleno cambio de escenario social, cultural y económico, cambio que creemos, firmemente, va a continuar impulsado por el comercio electrónico de manera ahora más significativa si cabe. Cierto es que existen sectores, afines al consumidor, que sin tiempo ya para programar un cambio de tendencia van a tener un camino tortuoso, no podemos evadir esta realidad.
La socialización, es para nosotros el primero de los vértices la de recuperación. La recuperación de los hábitos y costumbres es esencial para iniciar el cambio. Cuando este pilar fundamental se empiece a consolidar, automáticamente tendremos un segundo vértice de recuperación, el de la confianza. Esta permite la ruptura de la barrera emocional, barrera que es necesario salvar cuanto antes para el siguiente escenario, el del intercambio de bienes, que implica consumo, que implica flujos de caja, y de situaciones laborales positivas. Pero este escenario no será posible si no recuperamos cuanto antes la capacidad de trabajo, la capacidad de producir y generar valor a nuestro tiempo, sacrificando todos parte de nuestras posiciones.
El consumo implica iniciativa, implica fortaleza económica, implica el trasvase de mercancías y el tránsito de personas, implica la recuperación de los movimientos globales y la ocupación laboral estable, algo que nos ha costado mucho recuperar en la crisis anterior y de la que la incertidumbre política de los últimos 2 años sigue siendo un enorme lastre. Y uno de los mayores cambios que traerá el “nuevo” consumo vendrá por el fin del e-comerce superfluo, el que conlleva un coste innecesario e incluso una pérdida en la cadena de distribución.
Todo este proceso puede llevar meses, pero en el peor de los escenarios dibujados lo encontramos en dos “tiempos” que no “fases”. El primer tiempo no llevará menos de 4 a 5 meses, hasta octubre – noviembre, cuando se preparan campañas de las festividades de fin de año. Hasta entonces, y si se consolidan las medidas paliativas frente el virus, debemos superar la enorme incertidumbre lógica del momento y lo celebraremos junto con los crecimientos de contratación a partir del mes de octubre de forma clara y necesaria.
El segundo “tiempo” a lo largo de todo el año 2021 donde de una forma significativa y al amparo de esas medidas paliativas contra este virus, conseguiremos recuperar el rumbo del crecimiento sostenido y quizás del equilibrio que estábamos alcanzando.
En números, podemos encontramos con una contracción del 20% de contratación frente al 2019, que nos situaría en niveles del 2008, pero con una pendiente muy ágil en su recuperación para el 2021. Los precios de los suelos y las rentabilidades no sufrirán quebrantos, estamos seguros.
No creemos que se produzca una reducción de rentas, salvo en activos obsoletos o poco eficientes. Sí observamos una renegociación de espacios vacíos en contratos en vigor y también de duración de contratos, mediante ampliaciones del periodo de contratación frente a carencias de renta preventivas. También un reajuste en los nuevos concursos de los usuarios, que reconfigurarán sus posiciones en las mismas instalaciones. Continuaremos observando concentración de sociedades logísticas por fusión o absorción. Si somos ágiles recuperaremos rápido el pulso, pero siendo conscientes que por el camino todos vamos a perder algo, y mientras tanto seguiremos intentando adivinar.